¿Qué tipo de novelista eres?

En este post planteo la siguiente reflexión.

El buen novelista es aquel capaz de ver, sentir, percibir la novela en los grandes y en los pequeños detalles.

El novelista debería tener un telescopio para alcanzar ver toda la magnitud de su novela, saber en todo momento qué quiere contar (estructura total). Y un microscopio para lo más infimo de su historia (palabra por palabra)

Para todo en esta vida es imprescindible conocernos a nosotros mismos, nuestras manias, hábitos personales, rutina en la que te sientas más cómodo, de todo ello también dependerá nuestra manera de ser escritor.

Hacerse un plan de trabajo es una buena estrategia.

- No dejarse llevar libremente: La idea romántica de la inspiración no sirve. Al igual que para cualquier otra actividad siempre es necesario organizarse de alguna manera.
Hay quien prefiere planificarlo todo y quien lo decide a medida que avanza. Pero internamente siempre debemos saber hacia donde vamos.

En este sentido existe dos tipos de novelistas. ¿Cuál eres tú?
  • Los novelistas de mapa.
    Que precisan de un esquema de la totalidad o parte dede la novela
  • Los novelistas de brújula
    Partir de una idea y dejar que se multiplique.
Javier Marías dijo: que algunos novelistas escriben con mapa, y otros con brújula.
«Es como ir por un camino en medio del bosque. Si tienes un mapa bien señalizado, has trazado el itinerario, vas sobre seguro, sabes en cada momento dónde estás y qué va a venir a continuación. Si vas con brújula, vas tanteando, no sabes lo que viene después, pero tienes una referencia guía, un punto de coordenadas. Normalmente, escribimos con brújula, si no tenemos la estructura bien armada de antemano. Nos vamos guiando sobre la marcha. Pero ,es importante saber dónde está el norte y el sur. Hay quienes avanzan sin brújula, fiándose de su instinto».


En otros casos el novelista empieza a escribir tomando como eje central a un personaje o un acontecimiento que resulta atractivo. A partir de estos elementos escribe un relato como punto de partida o como final. Después se deja de llevar y lo que ocurre hasta llegar a esa idea lo va "improvisando" sobre la marcha.

Dice Paul Auster: «Tardo mucho porque para mi el párrafo es la unidad de la novela, el verso de la novela. No puedo pasar al siguiente párrafo si no he terminado el anterior. El libro sale según
lo escribo, no puedo planificar, no tengo una estructura fija. Siempre empiezo por el principio, algo que puede parecer obvio pero que no lo es para muchos escritores. Nunca dejo blancos en
medio, una palabra me lleva a otra, y un párrafo al siguiente. Sé como será el sentido y la forma de la novela pero nada más. Tengo una íntima relación con los personajes, los conozco, pero lo que les ocurre va surgiendo poco a poco».

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